En pasadas fechas, en el Mobile World Centre de Plaça Catalunya en Barcelona, di una conferencia con el título “DISRUPCIÓ Digital: Mòbils i Audiovisual”. La ponencia se enmarcó en la undécima edición del Foro de la Comunicación del CAC, que organiza el Consell del Audiovisual de Catalunya. En la misma expuse ejemplos de la vorágine de la disrupción que provoca lo digital y argumenté el porqué de la frase que encabeza este artículo.
Kodak es un claro ejemplo de empresa víctima de este cambio. Una empresa que no supo adaptarse a la irrupción de la fotografía digital.
Otro ejemplo es Nokia que se quedó anclada en su lema “Connecting People”. Steve Jobs tuvo que descubrirles que un smartphone servía para algo más que para conectar personas. Se trataba de conectar las personas con las “máquinas”, es decir, utilizar el dispositivo para algo más que para llamar, para navegar en internet, jugar, informarse, etc. Blackberry es otro caso parecido. Tanto Nokia como Blackberry, antes líderes indiscutibles, tampoco han sabido anticiparse a estos cambios disruptivos.
¿Pero de dónde viene este concepto? Disruptivo es un adjetivo utilizado hasta ahora en Física, y en el diccionario de la RAE su definición es: «Que produce ruptura brusca«. El término tecnología disruptiva fue acuñado por Clayton M. Christensen y presentado en 1995 con el artículo “Disruptive Technologies: Catching the Wave”. El concepto de tecnología disruptiva proviene de una búsqueda de herramientas que identifican cambios radicales en el estudio de la innovación por los economistas, y su gestión para definir estrategias empresariales o políticas. En contrapartida, las innovaciones o tecnologías sostenibles son aquellas que se basan en la mejora de las tecnologías existentes.
En parte estos procesos disruptivos son los que han obligado a Telefónica a transformarse desde una compañía tipo “utilities”, -gas, electricidad, agua o par de cobre para las telecomunicaciones-, hacia una Telco Digital. Los ingresos tradicionales de voz o incluso los SMS, son cada vez una parte menos importante de nuestra facturación. En el segmento empresas, nuestros portfolio ha cambiado radicalmente a servicios, productos y aplicaciones digitales, como Cloud, Smart Cities, Big Data, Seguridad, … . Y en el segmento residencial a empaquetamiento de productos con contenidos Audiovisuales, protección de privacidad, mensajería instantánea, entre otros.
Telefónica, a lo largo de la historia, ha sabido transformarse desde su expansión geográfica en la década de los 90, a convertirse en una referencia como operadora de telecomunicación en el nuevo mundo digital.
La disrupción es como una ola perfecta, te subes a ella o te puede descabalgar definitivamente. “Los disruptores, sean o no digitales, no toman prisioneros”.
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